Desayuno

Por la salud física y mental a.....desayunar !

Nuestras vidas están marcadas por ritmos y por el devenir cotidiano nuestras acciones y reacciones vienen definidas por los ritmos circadianos. El sueño, el apetito, la temperatura corporal, la presión sanguínea, los niveles de actividad, están gobernados por una complicada “ danza” de hormonas y otros factores biológicos, coreografiada  por el reloj biológico central. El “reloj” que reside en nuestro cerebro controla la mayor parte de la actividades de las células y coordina un número de “relojes secundarios” localizados en nuestros órganos.
Sabemos que los relojes necesitan ser puestos en hora y el nuestro no es diferente y se sincroniza a través  de dos estimulantes: la luz y comida.
Al amanecer, la luz activa determinadas funciones de nuestro reloj biológico para despertar nuestro cuerpo , nuestra mente y nuestro apetito. No hace falta convencer  a nadie de la importancia de comenzar el día con buen pie nutricional, que tras 9 -13 horas de ayuno, dependiendo de la edad y de las tradiciones culturales , requiere el desayuno.
El sentido literal del termino “des-ayuno” es precisamente romper el ayuno y esto lo deberíamos hacer como un aporte calórico de aproximadamente de 20-25 por ciento de las necesidades enérgicas diarias y con un balance adecuado entre los diferentes grupos de alimentos.
Energía física y mental.
Si cumplimos con estas recomendaciones, los beneficios son múltiples, ya que no solamente vamos a estar menos hambrientos durante el resto del día , sino que además vamos a tener una mayor energía tanto física como mental. En el caso de los niños y los adolescentes, el beneficio se ha medido de manera objetiva, ya que estudios nacionales e internacionales han demostrado que el consumo de un desayuno completo o simplemente no lo hacen en absoluto.
Estos hábitos reflejan, entre otros factores, las diferencias condiciones climáticas y necesidades energéticas entre ambas culturas. De ahí que la definición de desayuno completo dependa de la cultura y de la geografía.

Cereales y lácteos.
De acuerdo con esto, lo que deberíamos practicar seria un desayuno Mediterráneo en el que tienen cabida los cereales ( tostadas, cereales de desayuno), las frutas frescas , los lácteos, el te y por supuesto nuestro aceite de oliva extra virgen, preferible a la mantequilla y grasas industriales.
Además, podemos incluir frutos secos (por ejemplo nueces) y cantidades modernas de productos carnicol tradicionales.
Aparte de las diferencias citas anteriormente, también existen diferencias significativas en el porcentaje de la población que se salta el desayuno, siendo las cifras más altas en países anglosajones que en países mediterráneos.
Lamentablemente tenemos tendencia a copiar y década tras década va aumentando en nuestro entorno en numero de quienes no empiezan “ con buen pie” su día nutricional.